martes, 15 de junio de 2010







Se cree que fue el misionero José Gumilla, autor de El Orinoco Ilustrado y Defendido, quien introdujo y sembró las primeras semillas de café en terrenos de su misión en el año 1730 cuando afirmó en una publicación ¡El café, fruto tan apreciable, yo mismo hice la primera prueba; Lo sembré y creció!. Fue más tarde, por los años 1783 cuando se hizo la primera plantación de café en los jardines de la aldea de Chacao, en la celebre hacienda la Floresta y en Blandín, propiedad de don Bartolomé Blandín. Fueron los presbíteros Palacios y García de Mohedano quienes en compañía de don Bartolomé Blandín fundaron la primera plantación organizada de café en Venezuela. Venezuela fue un gran exportador de café y cacao durante los primeros años del Siglo pasado marcando una pauta especialgracias a su calidad de renombre internacional, luego con el proceso petrolero poco a poco fue reduciendo su área de siembra, sin embargo y a pesar de tantas dificultades, el café representa un rubro muy valioso para la economía primaria de miles de caficultores que viven gracias al cultivo del café


LAS PEREGRINACIONES DEL CAFE

El centro primario de origen del cafeto o café es, según algunos, la provincia de Kaffa, en la república de Etiopía o Abisinia, en África oriental, frente al mar Rojo y el golfo de Adén. Según otros, el café procede de una región situada entre los puertos de Moka y Adén, en la vasta península de Arabia, en el Sudeste de Asia, extendida entre el mar Rojo, el océano Índico, el golfo Pérsico, Irak y Jordania. El café proviene, pues, de África, para algunos; de Asia, para otros. Y aunque parezca insólito decirlo, proceden, en realidad, del mismo lugar, según la teoría de la tectónica de las placas, que tiene su origen en la teoría de la deriva continental formulada por Alfred Wegener en 1911. Basándose en la correspondencia casi perfecta entre las costas este y oeste del Atlántico, Wegener planteó que la tierra era, hace más de 200 millones de años, una gran y única masa terrestre (Pangea), rodeada de un inmenso océano (Panthalassa). Esta gran masa se fragmentó en bloques, que fueron separándose lentamente para formar los continentes, llenándose los espacios libres con aguas del océano. La geografía parece confirmar esta hipótesis. La topografía de Yemen comprende una zona montañosa, representada principalmente por el macizo yemenita, seguida de una zona costera, arenosa y cálida, que bordea a Moka y Adén, y la zona del desierto de Rub'al - Kali, que se dirige a Omán. La topografía etíope, por su parte, va desde la depresión de Danokil, al este, hasta las elevadas regiones montañosas del oeste, donde sobresale el Ras Dashán, uno de los picos más altos del África, hasta la alta meseta del centro del país. En las zonas montañosas bajas, tanto de Yemen como de Etiopía, nació el cafeto, casi en cuna de oro, en un medio excepcional de clima fresco y lluvioso y de suelos fértiles, que contrasta radicalmente con la aridez típica de la región

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