martes, 15 de junio de 2010

INTRODUCCION

El hombre se ha caracterizado por buscar sustancias, alimentos, ó cualquier otro elemento que le ocasione una sensación placentera o en la que por lo menos pueda calmar sus angustias, penas ó se pueda sentir vigorizado, es por esto que en su extensiva búsqueda ha conseguido el alcohol, el tabaco, y el mas moderno el café, el cual tuvo gran dificultad para entrar a los mercados europeos ya que principalmente la Iglesia lo consideraba como la bebida del demonio, sin embargo la exquisitez de su aroma y sabor lograron que la población lo aceptara convirtiéndose en un vicio, tanto que en las expediciones a America el Capitán de Infantería y Alférez de Navío Gabriel Mathieu Cleiux trajo una pequeña planta, que sobrevivió al cambio de clima y logró implantarse en los países de la America donde luego elevaría la calidad de vida de muchas personas que gracias a la gran demanda del producto, ocasionando que países como Brasil, Colombia y Venezuela se consolidaran como exportadores de café.


De esta forma la economía de Venezuela se consolida y comienza a crecer cada vez mas, sin embargo la crisis mundiales repercutieron sobre los precios del café haciendo que disminuyera la economía; lo anteriormente dicho sumado al crecimiento petrolero y a la poca planificación nacional en materia agrícola ocasionaron el descenso de la producción de café en Venezuela.






Se cree que fue el misionero José Gumilla, autor de El Orinoco Ilustrado y Defendido, quien introdujo y sembró las primeras semillas de café en terrenos de su misión en el año 1730 cuando afirmó en una publicación ¡El café, fruto tan apreciable, yo mismo hice la primera prueba; Lo sembré y creció!. Fue más tarde, por los años 1783 cuando se hizo la primera plantación de café en los jardines de la aldea de Chacao, en la celebre hacienda la Floresta y en Blandín, propiedad de don Bartolomé Blandín. Fueron los presbíteros Palacios y García de Mohedano quienes en compañía de don Bartolomé Blandín fundaron la primera plantación organizada de café en Venezuela. Venezuela fue un gran exportador de café y cacao durante los primeros años del Siglo pasado marcando una pauta especialgracias a su calidad de renombre internacional, luego con el proceso petrolero poco a poco fue reduciendo su área de siembra, sin embargo y a pesar de tantas dificultades, el café representa un rubro muy valioso para la economía primaria de miles de caficultores que viven gracias al cultivo del café


LAS PEREGRINACIONES DEL CAFE

El centro primario de origen del cafeto o café es, según algunos, la provincia de Kaffa, en la república de Etiopía o Abisinia, en África oriental, frente al mar Rojo y el golfo de Adén. Según otros, el café procede de una región situada entre los puertos de Moka y Adén, en la vasta península de Arabia, en el Sudeste de Asia, extendida entre el mar Rojo, el océano Índico, el golfo Pérsico, Irak y Jordania. El café proviene, pues, de África, para algunos; de Asia, para otros. Y aunque parezca insólito decirlo, proceden, en realidad, del mismo lugar, según la teoría de la tectónica de las placas, que tiene su origen en la teoría de la deriva continental formulada por Alfred Wegener en 1911. Basándose en la correspondencia casi perfecta entre las costas este y oeste del Atlántico, Wegener planteó que la tierra era, hace más de 200 millones de años, una gran y única masa terrestre (Pangea), rodeada de un inmenso océano (Panthalassa). Esta gran masa se fragmentó en bloques, que fueron separándose lentamente para formar los continentes, llenándose los espacios libres con aguas del océano. La geografía parece confirmar esta hipótesis. La topografía de Yemen comprende una zona montañosa, representada principalmente por el macizo yemenita, seguida de una zona costera, arenosa y cálida, que bordea a Moka y Adén, y la zona del desierto de Rub'al - Kali, que se dirige a Omán. La topografía etíope, por su parte, va desde la depresión de Danokil, al este, hasta las elevadas regiones montañosas del oeste, donde sobresale el Ras Dashán, uno de los picos más altos del África, hasta la alta meseta del centro del país. En las zonas montañosas bajas, tanto de Yemen como de Etiopía, nació el cafeto, casi en cuna de oro, en un medio excepcional de clima fresco y lluvioso y de suelos fértiles, que contrasta radicalmente con la aridez típica de la región






Existen varias versiones de la introducción acerca del café en América. L más divulgada es la que el transporte de tan valiosa plata desde Francia hasta Martinica en las Antillas, estuvo a cargo del Capián de Infanteria y Alférez de Navío Gabriel Mathieu Cleiux, quien prestaba servicios militares en la soleada Isla del Mar Caribe. algunos historiadores afirman que fué en el año 1723, cuando se le confirmó la misión de llevar a Martinica una pequeña planta de café que aún cuando no parecia muy vigorosa, pudo soportar los rigores del cambio ambiental de un invernadero a la irradiacion solar de una zona tropical. pero es que el cafeto posee una extraordinaria capacidad de adaptacion, por lo cual esta les reservaba la floria de extenderse por los valles y serranías de clima medio de los países americanos, para colocar las bases de la riqueza que ha dado el progreso de 18 de ellos. Y que en los marineros había un sujeto de ánimo perverso que con frecuencia se mofaba del alférez por el interés que exteriorizaba por la vida del cafeto, hasta compartir con él su ración diaria de agus, sin sospechar que con tan laudable actitud defendía el germen de la riqueza agrícola que por mayor tiempo ha beneficiado económicamente a millones de personas del continente.

Otra versión atribuye a los holandeses la introducción del cafeto en América y también como su descubrimiento, hecho que está rodeado de leyendas como toda la literatura referente a dicho arbusto. En esta versión se afirma que un prófugo de Cayena, de apellido Mourges, quien introdujo a la Guayana Francesa, en donde dicha planta se cultivaba con anterioridad. Sucedió que Mourges deseando regresar a sus lares, ofreció llevar semillas al director del panal, si le permitía hacerlo sin castigo adicional. Tan tentadora como ingenua propuesta fue aceptada de inmediato, más por recapturar al prófugo que por adquirir algunas semillas de una planta que aún no había conquistado el prestigio y la popularidad que pronto alcanzaría

Pero no se detuvo allí este famoso conquistador de naciones, germen de una estructura social de larga vigencia en América. Continuó su expansión hasta casi todo el Continente Americano en donde sentó su planta definitivamente.




Es un arbusto, de hojas muy lisas y relucientes, de color verde oscuro, del género coffea, que se cultiva en los trópicos. Sus flores son blancas y sus frutos son unas semillas rojas, similares a la cereza. Esta planta proviene de Africa y de Arabia. La variedad que se cultiva en Venezuela proviene de Etiopía. Los árabes fueron los primeros en cultivarlo y convertir sus semillas en una bebida maravillosa, de sabor agradable y grato aroma, que nos levanta el ánimo y revive el espíritu, cuando estamos cansados.



El café pasa a Europa gracias a los holandeses, quienes lo cultivaron primero en la isla de Java. Posteriormente llevaron unas plantas al Jardín Botánico de Amsterdam en 1690. En 1714 fue llevado a París y de allí a América en 1723, cuando el Alférez Gabriel Mathieu de Clieux, desembarca en La Martinica, en las Antillas. El café se sembraba debajo de las matas de plátano para darle sombra. Cuando el cafeto crecía, entonces los plátanos desaparecían, dejando a la planta expuesta al sol, lo cual ocasionaba su desaparición. Por otro lado, no se abonaban las tierras ni se rotaban los cultivos, lo cual producía un desgaste innecesario en los suelos. En cuanto al secado del fruto, éste se extendía en patios de tierra sobre hojas, para fermentar la corteza y así eliminar la baba o mucílago. Una vez secado el grano, se molia en los tradicionales pilones de madera y luego se seleccionaban de uno en uno manualmente.

INTRODUCCION DEL CAFE EN VENEZUELA

Cupo en suerte a las ubérrimas tierras adyacentes al caudaloso Orinoco, recibir en sus entrañas calientes las primeras semillas de café introducidas en Venezuela, por los Misioneros Castellanos, allá por los años 1730 a 1732. Se cree que fue el misionero José Gumilla, autor del "Orinoco Ilustrado y Defendido" quien introdujo y sembró las primeras semillas en terrenos de su misión, cuando afirma: "El café, fruto tan apreciable, yo mismo hice la prueba, lo sembré, y a propósito para dar cosechas de este fruto". Fue más tarde, por los años 1783 a 84, que se hizo la primera plantación de café en los jardines de la Aldea de Chacao, en la célebre hacienda "La Floresta", que hoy lleva aún este nombre; Blandín, hoy Country Club y San Felipe, hoy Urbanización La Castellana.



Fue el presbítero Pedro Ramón Palacios y Sojo, quien en compañía del Presbítero García Mohedano, fundó la primera plantación de café en Venezuela y la primera escuela de música, pues amaban tanto a ésta como a la naturaleza. En efecto, por una de aquellas casualidades, como en el caso de la denominación de América para este Continente, en honor de aquel Américo Vespucio que fue de escasa figuración en el descubrimiento de América, se atribuye solo al Presbítero Antonio José García Mohedano, la primera siembra comercial de café en Venezuela, cuando tanto éste, como el Presbítero Palacios y Sojo tuvieron igual participación en el memorable hecho, así fue como en el año 1799, poco antes de morir el Padre Palacios, deja herederos universal de sus bienes a la Congregación de Padres Neristas y por Administrador de su hacienda a Don Martín Tovar Ponte. Fue, pues, en la hacienda de propiedad del Presbítero Palacios y Sojo, en donde sembraron los primeros cafetos en escala comercial y fue igualmente allí en donde se celebró la degustó de la primera taza de café, preparada con los primeros frutos cosechados en la plantación nombrada, acto que fue amenizado con partituras de Mozart Pleyel y Haydh, fiesta bellamente descrita por Arístides Rojas y Luis Correa, a quien tantas páginas memorables debe Venezuela.
Venezuela fue un gran exportador de café y cacao durante los primeros años del Siglo pasado marcando una pauta especial gracias a su calidad de renombre internacional, luego con el proceso petrolero poco a poco fue reduciendo su área de siembra, sin embargo y a pesar de tantas dificultades, el café representa un rubro muy valioso para la economía primaria de miles de caficultores que viven gracias al cultivo del café



El primer cafeto llegó a Venezuela, sembrado por misiones españoles asentadas en la cuenca del río Caroní en 1730, traído desde Brasil, a donde había llegado a su vez desde Surinam o Cayena. Allí lo recibieron, asimismo, de Martinica y Guadalupe. El café, bebida muy relevante en el cambio de las condiciones de vida de los pueblos y como producto de exportación paso a ser fundamental integrante.


EXPANCIÓN DEL CULTIVO

El cultivo del café se extendió a San Antonio, Las Minas y los valles de Aragua a partir de 1784, pasando luego a las provincias de Carabobo y Barcelona. En 1776 se observaron cultivos en Cumaná y Río Caribe. En 1780 el cultivo se extendió al occidente, difundiéndose en tierras andinas: en Mérida, donde a pesar de una temprana introducción, probablemente antes de 1777, comenzaron a fundarse plantaciones después de la Guerra de Independencia; en Táchira, gracias a la iniciativa de Gervasio Rubio, quien lo introdujo en 1794 a la hacienda La Yegüera, en las inmediaciones de la población que más tarde, en 1855, sería llamada Rubio; en Trujillo, probablemente introducido por Francisco de Labastida en 1801, y siguiendo por los Andes tachirenses, el cafeto continuó su viaje hasta Colombia, penetrando por Cúcuta y Salvador de las Palmas. Hacia 1809, según José Domingo Rus, en su descripción geográfica de la provincia de Maracaibo, en Mérida abundaba el café, en Táchira se daba mucho, y en Trujillo ya había algún café. Poco a poco el café fue desplazando al cacao como el principal rubro de exportación de la economía venezolana. El cacao, que había reinado casi solitario en la escena económica nacional entre la segunda mitad del siglo XVII y la primera mitad del siglo XVIII, declina visiblemente en su predominio desde principios del XIX. Hacia 1830, la sustitución del cacao por el café ya es un hecho que se expresa por un doble desplazamiento: el del cacao, que se traslada desde el centro al occidente y, particularmente, al oriente del país, convirtiendo a Carúpano en el principal puerto de exportación de cacao en Venezuela y en una de las plazas comerciales más importantes del país; y el del café, del centro a los Andes, valorizando a las laderas, dinamizando económica y políticamente a las tierras andinas, especialmente al Táchira, y dando un enorme impulso al puerto de Maracaibo, que actuaba como la salida natural de las exportaciones cafetaleras de la región andina y del departamento colombiano del Norte de Santander. La expansión del cultivo del café en Venezuela se inscribe dentro de un escenario de grandes cambios en la producción y en el consumo. Desde inicios del siglo XIX el consumo mundial de café se había incrementado rápidamente, especialmente en Estados Unidos, que importaba a principios del siglo unos 100.000 sacos anuales, menos del 10% de consumo mundial, elevándose al 30% entre 1855-1859 y al 40% entre 1880-1890. Notables crecimientos del consumo también se observaban en Alemania y Francia. El desarrollo de la agricultura andina tuvo una enorme repercusión económica y política en el país: incorporó a la producción tierras hasta ese momento inexplotadas de la zona montañosa del nor-occidente, reforzó la pequeña propiedad agrícola andina, dinamizó una región deprimida, estimuló los flujos importadores de Colombia, incorporó al Táchira al escenario político venezolano, fortaleció la red urbana andina e indujo cambios en las formas de vida. Y dinamizó igualmente a la región zuliana, especialmente a Maracaibo. Hacia 1841 vivían en Maracaibo unos 60 comerciantes alemanes. Algunos se dedicaban a la explotación y comercio de la madera. Y otros a la exportación de café, de la que fueron casi pioneros, junto con otras casas comerciales extranjeras, como las italianas Riboli y Abbo. Hacia 1870 las firmas alemanas Minlos, Breuer (más tarde, en 1896 Breuer, Möller y Co.), Steinvorth; Van Dissel Thies (luego Van Dissel Rode), Blohm, Schmilinski, Feuner, etc., controlaban la exportación de café desde Maracaibo, extendiendo sus redes comerciales por el estado Táchira, otros estados andinos, y hasta Cúcuta y Bucaramanga. Desde sus casas centrales en Maracaibo, establecieron sucursales en San Cristóbal, Rubio, Valera, Sabana de Mendoza, Motatán, etc. Pero no sólo eran exportadores, sino también importadores, prestamistas, almacenadores, transportistas, aseguradores, consignatarios, etc. A finales del siglo XIX, según Herwig, el comercio exterior desde Maracaibo estaba controlado por cinco casas comerciales alemanas: Blohm, Breuer, Van Dissel, H. Bornhorst y Schon-Willson.





El cultivo había cumplido su ciclo como viajero. Hasta el siglo XIX, había viajado desde Guayana a la región central, donde se ubicó particularmente en los valles de Caracas y de Aragua, y luego, en el siglo XIX, se desplazó hacia la región centro-occidental. Hacia 1880, habiendo penetrado desde algunas décadas antes las laderas andinas, el café se convirtió en el fruto por excelencia de esa región, y los tres estados andinos se perfilaron como líderes de la producción cafetalera nacional. Los precios mundiales de café se habían mantenido bajos entre las décadas de 1820 y 1840, para luego recuperarse hasta alcanzar su nivel más alto, entre movimientos cíclicos de alzas y bajas, hacia mediados de la década de 1890, lo que favoreció a muchas zonas productoras donde el cultivo se había establecido en cierta escala antes de 1850, como sucedió en Venezuela, Haití y Costa Rica, y propició el fomento del cultivo en otras áreas, como Guatemala, México, El Salvador y Colombia. En ese contexto, se desarrolló la caficultora andina venezolana. Para 1924 el estado Táchira pasó a ser el primer productor nacional, con un 28,73% del total nacional, seguido por Lara (13,94%) y Mérida (12,28%). El estado Trujillo, también andino, produjo un modestísimo 0,26%, pero para 1937 contribuyó con un 13,86% de la producción nacional de café. El cultivo había encontrado en los Andes su tierra de gracia, pero también de drama.

REPERCUSIONES ECONOMICAS DE LAS CRISIS MUNDIALES SOBRE LA VENEZUELA CAFETALERA

La crisis de 1825, que deprimió económicamente a la Gran Bretaña, redujo el precio del quintal de café en Venezuela de 11 pesos en 1825 a 7,50 en 1827, cuando el peso del quintal oscilaba entorno a los 9 pesos. Entonces, muchos productores prefirieron dejar perder los frutos sobre los arbustos del café.

La crisis de 1836, provocada por la desmedida exportación de oro de Inglaterra a los Estados Unidos. Y las medidas tomadas por el Banco de Inglaterra para frenarla, así como sus efectos sobre el mercado financiero de Nueva York, trajeron consigo el derrumbe de los precios del café‚ en los años sucesivos, hasta principios de 1840.

La crisis de 1857, que afecto a Inglaterra, Francia y los Estados Unidos, iniciada a raíz de la disminución de los beneficios de la exportación de las minas de oro de California y de Australia y de ciertas líneas de ferrocarril, por cierto crisis ocasionó en Venezuela la caída de los precios del café‚ en un 20 por ciento, del azúcar en un 50 por ciento y de los cueros en un 70 por ciento. El cierre casi total del mercado exterior para las exportaciones venezolanas dejó como saldo una balanza comercial desfavorable y un aumento en la deuda, tanto interna como externa.
La crisis de 1882, iniciada con la quiebra financiera de la Unión Genérale francesa, difundiéndose sus efectos negativos a muchos otros bancos e industrias europeas, sacudió a la bolsa de Nueva York entre 1882 y 1884, lo que llevó a la quiebra a 404 bancos. Sus consecuencias fueron desastrosas para la economía venezolana: baja en los precios internacionales del café‚ disminución del numerario circulante y, particularmente, de los ingresos por derechos de importación que, según la Memoria de Hacienda 1884-85, " constituye la primera base de existencia del Tesoro Público" La crisis de 1890, que estallo en París con el escándalo de Panamá y del ring del cobre, llevó a la quiebra parcial a la Casa Baring Brothers, removió al mercado financiero francés, inglés, italiano y estadounidense. Y se extendió hasta 1896, cuando se presento una severa crisis mundial de la sobreproducción de café‚ particularmente por la intensa competencia del café‚ brasileño. En Venezuela, estas crisis provocaron una drástica reducción de los precios de exportación del café‚, que duró hasta 1908. Además esos años fueron aciagos para el país, ya que además, según R. J. Velázquez (1973), se produjeron dos revoluciones, un ataque de viruela, una plaga de langostas y una larga sequía. La baja de los precios del café‚ hizo perder el crédito internacional del país, y ocasionó la paralización de las aduanas y una drástica reducción en las ventas que llevó a la quiebra a muchos comerciantes. A finales de 1898, ante la gravedad de la crisis, el gobierno de Andrade sometió a la Cámara de Comercio de Caracas tres soluciones para superarla: la emisión de papel moneda, la acuñación de monedas de plata y el incremento de un 25% en las tarifas de aduana. Prudentemente, la Cámara escogió la tercera medida.






Cuenta la leyenda que hace muchos años en Etiopía, en el continente africano, un pastor de ovejas observó que, después de comer el fruto de cierto arbusto, los animales mostraban signos de mucha energía e intranquilidad. Movido por la curiosidad, probó la pulposa y rojiza cereza y luego tiró las semillas a la fogata que usaba para darse calor. Inmediatamente surgió un grato aroma del fuego, al tostarse las semillas. Al mastica algunas de ellas noto que el cansancio del día desaparecía y se sentía lleno de energía, al igual que sus ovejas. Comentó esta situación con un monje amigo y éste, tras experimentar los mismos efectos, decidió hervir las semillas para obtener una bebida estimulante que pudiera ayudarlo a resistir mejor las largas horas de oración. El café fue una bebida consumida mayoritariamente en el mundo árabe hasta que viajeros la introdujeron en Europa durante la Edad Media. La primera tienda para tomar café abrió sus puertas en Venecia en 1645 y cinco años después llegó hasta Oxford, Inglaterra. En 1715 ya había 2000 lugares para tomar café en la cuidad de Londres, En 1732 Johann Sebastián Bach escribió La Cantante del Café en la ciudad de Leiping, al comenzar entre los ciudadanos de esta ciudad un debate sobre las bondades de la nueva bebida. El café llegó al Nuevo Mundo de manos de los navegantes europeos y su cultivo se introdujo en Centro y Sur América.

CONCLUISONES

El café ha sido de valiosa importancia para la economía venezolana, en sus inicios ayudó a incrementar los ingresos nacionales gracias a la demanda del producto, sin embargo el crecimiento de la economía mundial y la cada vez mayor demanda por mejores calidades y condiciones de vida, desplazaron la producción agrícola y en especial la del café, a pesar de ser uno de los bienes más consumidos a nivel mundial, la economía venezolana descuido este rubro desde los inicios de la explotación petrolera, ya que para muchos campesinos resultaba más beneficioso dejar el campo y comenzar a trabajar en lo que hoy en día es el sostén de la economía del país; esta situación ocasiono la quiebra para muchos caficultores, y el desempleo y pobreza para aquellos que no conocían otra manera de ganarse la vida.

Este producto demuestra la perfecta capacidad de adaptación a diferentes tipos de clima, razón por la cual ha tenido tanto éxito a nivel mundial, ya que en cualquier zona se puede cultivar la planta del cafeto, un ejemplo muy claro de esto se da en Venezuela, ya que se cosecha café en todas partes de la geografía nacional, desde la región oriental hasta los andes, lugares muy alejados y muy diferentes entre ellos, y sin embargo en éstos la producción de dicho rubro es de una calidad insuperable.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

.- CARTAY, RAFAEL: Revista Economia Nº 11, 1996, 37-45. Universidad de los Andes.

.- LA CUESTION AGRARIA EN LA HISTORIA NACIONAL LUIS TROCONIS GUERRERO.

.- BIBLIOTECA DE AUTORES Y TEMAS TACHIRENSES, 1962.

.- EDUARDO ALCIAS FARIAS.

.- FONCAFE (RUBIO ESTADO TACHIRA)

.- Referencias Online:
chacao.gov.ve/munidetail.asp?Id=21
by122w.bay122.mail.live.com/default.aspx